Joven prometedor


Vivo esta intensa pasión con ardor,
Su risa nos perturba el corazón,
Nos trata como el rey al peón,
Trágica pasión de fuego y vigor.


Ojos de hambriento león
Hambre a traición,
dulce corazón de amargo pensamiento,
actúa sin ningún remordimiento,
de ingeniosa y trabajada intuición.


Pues como nuestro dolor ya es traición,
Yo me harto de tal amor,
Y abro el cerrojo de dicha prisión,
Mi pecho ya no siente esa opresión,
El mundo es de vivo color,
Y con emoción celebro esta ocasión.


Abraham García Carlón

3 comentarios:

Anónimo dijo...

eSTE POEMA TIENE FUTURO, OJALA CONOCIERA A SU AUTOR... :)

Anónimo dijo...

sin palabras, bueno solo una: MARAVILLOSO

Anónimo dijo...

Te quiero muchísimo Abra... y te echo de menos aun más

Publicar un comentario